Hola:
Compañeros estudiantes de 7mo y 8vo, ya estamos muy cerca de tener nuestro primer seminario de este año escolar. La fecha del mismo es el martes, 8 de octubre de 2013. Este ciclo tenemos el tema de La Exploración. En la clase de matemáticas se exploran muchos conceptos, pero como todo buen montessoriano, también debemos explorar nuestro ser. Por tal motivo la lectura de nuestro seminario es El Semáforo.
Recuerda o entérate que en los seminarios se lleva a discusión temas que te interesen de la lectura. Contestas y elaboras sobre lo que la maestra pregunte, basándote en la lectura asignada o alguna otra complementaria que busques. Cuando hagas referencia a la lectura debes indicar el párrafo en que se encuentra. Los párrafos fueron enumerados para tu comodidad y fácil referencia. Los numerales entre paréntesis al inicio de cada párrafo es su número.
Se recomienda hacer de dos a tres lecturas del texto para que puedas subrayar y escribir anotaciones con calma. Debes llegar con la misma ya subrayada y con anotaciones (comentarios que te provoque la lectura u opiniones) o preguntas que te surjan sobre lo leído.
Aquí la lectura. (Tomada de Reflexiones para el Alma de José Luis Prieto, Argentina )
El semáforo de José Luis Prieto, Argentina
(1)Aquel día, me desperté con mucho sueño y enojado.
Con trabajo, pude levantarme de la cama. Me dirigí al cuarto de baño
arrastrando los pies mientras renegaba por tener que levantarme de la cama y no
poder quedarme en ella todo el día. Desayuné con los ojos tan cerrados como mi
mente. Me sentía tan cansado, que por no meter el pan en el tostador, preferí
comerlo frío y beber la leche directamente de la botella. ¿Para qué tanto
trabajo? ¡Es un fastidio!
(2)Salí de mi casa rumbo a la oficina, desde mi coche
observaba el suelo humedecido por la lluvia y no podía evitar la rabia al
pensar que tenía que trabajar. El semáforo se puso en rojo y de pronto, como un
rayo, se colocó frente a todos los automóviles algo que parecía un bulto.
(3)Por curiosidad abrí más mis ojos somnolientos y
pude descubrir que lo que parecía un bulto, era el cuerpo de un joven montado
en un pequeño carro de madera. Aquel hombre no tenía piernas y le faltaba un
brazo. Sin embargo, con su mano izquierda lograba conducir el pequeño vehículo
y manejar con maestría un conjunto de pelotas con las que hacía malabares.
(4)Las ventanillas de los automóviles se abrían para
darle una moneda al malabarista que llevaba un pequeño letrero sobre el pecho.
Cuando se acercó a mi auto pude leerlo, "Gracias por ayudarme a sostener a
mi hermano paralítico". Con su mano izquierda señaló hacia la acera y ahí
pude ver a su hermano, sentado en una silla de ruedas colocada frente a un
atril que sostenía un lienzo, y movía magistralmente con su boca un pincel que
daba forma a un hermoso paisaje.
(5)El malabarista mientras recibía una monedas, vio
el asombro de mi cara y me dijo: ¿Verdad que mi hermano es un artista? De
pronto el chico sentado en la silla de ruedas se dio la vuelta y pude leer en
el respaldo de su silla:
“Gracias señor por los dones que nos das, contigo
nada nos faltará”
(6)Eso me impactó profundamente y mientras el
hombre-bulto se retiraba y el semáforo cambiaba del color rojo al verde, mi
semáforo interior también cambió.
(7)Desde aquél día, nunca más se me volvió a encender
la luz roja que me paralizaba por la pereza. Siempre he tratado de mantener la
luz verde encendida y realizar mis trabajos y actividades sin detenerme.
(8)Aquel día descubrí que ante aquellos jóvenes, yo
era el más necesitado, el más incompleto. Desde aquel mismo día, nunca he
dejado de agradecer.
(9)Ahora no tengo todo lo que quiero; pero le doy
gracias a Dios por lo que sí tengo. El salario apenas me alcanza para pagar las
cuentas, pero gracias a Dios que por lo menos tengo un trabajo para ganar el
sustento. Los problemas se multiplican como por arte de magia, pero gracias a
Dios tengo paciencia y fortaleza para sobrellevarlos.
(10)A veces creo que no podré seguir adelante con
tanto conflicto; pero doy gracias porque cada mañana siento dentro de mi
corazón que sí puedo. Los años han ido pasando rápidamente, mi piel está un
poco arrugada, y mis cabellos se están poniendo blancos; pero doy gracias por
la alegría que siento de vivir.
(11)Cada día doy gracias por los conflictos que pude
resolver, por los problemas que pude superar, por la enfermedad que pude
soportar, por el odio que se transformó en amor, por la soledad que pude
sobrellevar.
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Instrucciones:
Haz la lectura. Ve
subrayando las partes que entiendas son importantes en la lectura. Anota dudas, comentarios, pensamientos que
lleguen a ti según vas leyendo. Se
recomienda hacer la lectura de dos a tres veces. Utiliza las preguntas que se proveen como
guía de lo que puedes aportar en la discusión de grupo grande. (Cuando
trabajemos en grupo grande se trabaja de la siguiente forma: se hace la
pregunta inicial, levantan las manos, la maestra asigna el primer turno y luego
quién tuvo el uso de la palabra asigna el próximo turno.) Usted llenará su
rúbrica de seminario y habrá un diagrama de conversación de seminario que
evidenciará su participación. Recuerda todos debemos participar de la
conversación sobre la lectura.
Preguntas:
1) ¿Por
qué la lectura se titula El Semáforo?
¿Qué otro título le darías? ¿Por qué?
2) Explica
cómo era el ánimo del personaje principal al inicio del día.
3) ¿Qué
eventos le suceden en la mañana?
4) ¿Qué
otros personajes hay en la lectura y cuál es su enseñanza?
5) Explica
el porqué del cambio de actitud del personaje principal.
6) ¿Cómo
reaccionarías si fueras el personaje principal de la lectura ante los mismos
eventos?
7) Explora
dentro de tu persona que cosas te hacen sentir que no puedes y cómo te hace
sentir.
8) ¿Cómo
esta lectura nos ayuda a crear comunidad? ¿cómo nos ayuda como persona?
9) ¿Cómo
podemos relacionar el tema de la exploración con esta lectura?
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Nos vemos en el salón...
Robles